¡Oh... qué preciosidad, Alicia! ¡Me encantan las margaritas! Hace ya mucho, mi hijo pequeño me trajo por sorpresa un ramo de margaritas blancas. Cuando le vi allí en la puerta, me asomé al rellano pensando que había sido cosa de su padre pero no, allí estaba él solo. Sin más se le había ocurrido ir a una pequeña floristería del barrio y preguntar si le llegaba el dinero para un ramito para su madre. ¡Con lo tímido que es! Cuando realmente me di cuenta de que era cosa sólo suya..., no podía parar de llorar. Son de esos detalles que nunca se olvidan :) Gracias por enseñárnoslo... y traerme el recuerdo ♥
Tant senzilla i tan elegant!!! Preciosa
ResponEliminaUna mica de compassió, no?? Aquest m'arribat directe al cor!
ResponEliminaPetons. Sílvia
Jajajaja, la Sílvia té raó, una mica de compassio!!!! jajaja. Es que són tremenduuuus Alícia! ens tens locas, locas, locas!
ResponEliminaAquest és extraordinari, al meu gust... senzillament PRECIÓS!!!
ResponEliminapetons.
¡¡Qué bonito Alicia!!. :) Y también me gusta la frase.
ResponElimina¡Oh... qué preciosidad, Alicia! ¡Me encantan las margaritas!
ResponEliminaHace ya mucho, mi hijo pequeño me trajo por sorpresa un ramo de margaritas blancas. Cuando le vi allí en la puerta, me asomé al rellano pensando que había sido cosa de su padre pero no, allí estaba él solo. Sin más se le había ocurrido ir a una pequeña floristería del barrio y preguntar si le llegaba el dinero para un ramito para su madre. ¡Con lo tímido que es! Cuando realmente me di cuenta de que era cosa sólo suya..., no podía parar de llorar. Son de esos detalles que nunca se olvidan :) Gracias por enseñárnoslo... y traerme el recuerdo ♥
De los más bonitos que te he visto. Precioso
ResponEliminaNo me lo puedo creer ¿Has "enresinado" una flor de ganchillo? Eres auténtica, me encantan.SALudos
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